miércoles, 8 de diciembre de 2010

Películas: Alien, el octavo pasajero; ¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú; Apolo XIII

Una llamada de socorro, una nave que acude en su salvamento, un Alien que es introducido en la nave, la tripulación va cayendo uno tras otro, el Alien es destruido, finalmente la nave llega a la tierra con una carga mortal. Esta película se llama “Planeta sangriento” (1966) y es un clásico de la ciencia ficción, con una estética que hoy produciría risa. También es la saga de Alien. Pero la maravilla del cine es que las películas no tienen nada que ver una con la otra. De hecho Alien (1979, Ridley Scott) fue un hito en la historia de la ciencia ficción. Lo que hace que las obras de arte lo sean es el concepto.

Alien es una precursora. Lo es en todos los sentidos. La atmósfera creada, la tensión que anima toda la película, los maravillosos diseños creados por Giger, que son la recreación de todo un mundo fantasmagórico, estructuras bimetálicas cargadas de un no disimulado componente sexual.

No cabe la menor duda que Alien tiene influencia directa de 2001 (1968, kubrick) y de Solaris (1971, Tarkovski), pero adquiere naturaleza propia llevada por un director que ha demostrado que tiene mucho que decir en esto del cine, sin importarle el género del que se trate. Por más que Blade Runner es otra cumbre en el género de la ciencia ficción. Tarkovski, Kubrick y Scott han dignificado el género sin ninguna duda.

Posiblemente la relación que tenga con la carrera espacial entre la URSS y Estados Unidos, es manejar a favor la desventaja, con esto debe entenderse que los Estados Unidos trataron de sacar ventaja de su “desventaja”; al verse en declive y plenamente superados por los soviéticos en cuanto a los viajes espaciales, una opción viable es la de formar una sensación de temor hacia el espacio.

No sólo mostrar que hay cosas más allá, las cuales no entendemos y no conocemos, sino que también esas “cosas” (llámese Aliens, Parásitos espaciales, Virus, Robots) pueden estar en contra de nosotros, no tanto buscar destruirnos sino que nosotros al buscar ir más allá nos encontremos y provoquemos a este tipo de cosas.


Película dirigida por Stanley Kubrick, en 1964 está situada justamente en el periodo casi inicial de la carrera espacial.

Hay que recordar que la carrera espacial y la carrera armamentista están estrechamente ligadas en el contexto de la guerra fría, si alguno de los dos países involucrados (Estados Unidos y la URSS) tenía éxito en alguno de los dos ámbitos el contrario se apresuraba por hacer algo mejor.

La trama de la película es la siguiente: un alto mando militar y de la fuerza aérea lanza un llamado para que todas las naves comiencen un bombardeo en contra de la URSS, solo él sabe cuál es la clave para hacer que esta orden se aborte. Mientras tanto el presidente de los Estados Unidos y el embajador de la URSS se ponen en contacto con el presidente de tal país para convencerlo de que esto ha sido un error y que ellos no tienen nada que ver. Si se logra este bombardeo la URSS lanzara un plan nuclear con el cual toda la humanidad dejará de existir.

Esta película mezcla un poco de sátira política con humor negro para dar un gran sermón de lo peligroso de los avances tecnológicos.

Kubrick y Terry Southern (el guionista) crearon a una serie de personajes grotescos que no estaban muy lejos de la realidad, por un lado un presidente de los Estados Unidos (Merkin Muffley) que es tranquilo, paciente y pacifico que además de todo parece ser amigo del gobernante de la URSS, un general militar (Jack D Ripper) que está totalmente en contra de los comunistas pensando que son un peligro para el mundo, un comandante (Lionel Mandrake) que está dispuesto a hacer lo que sea con tal de conseguir las claves para que la orden del bombardeo se eche para atrás, otro general (Buck Turgidson) exagerado en todo y un científico nazi (doctor Strangelove) que tiene locas ideas para saber cómo reaccionar ante un colapso  nuclear.

Peter Sellers interpretó a tres personajes: presidente Merkin Muffley, Lionel Mandrake y Dr. Strangelove, cada uno teniendo una psicología muy diferente, por lo cual estos tres personajes son leyenda debido a la exagerada gesticulación de cada uno.

Ahora bien aunque esta película no habla plenamente de la carrera armamentista si contextualiza perfectamente, los personajes son maniqueistas y situados en el contexto estadounidense, por un lado tenemos al fanático comandante Ripper que lanza a la armada de Estados Unidos a atacar a la URSS debido a lo “peligroso” de su ideología, por otro a un presidente que lo último que quiere es pasar a la historia por algo tan desastroso, a otro comandante que no quiere que este ataque se haga debido a que no hay una razón por la cual hacerlo y a un doctor  que sabiendo que la respuesta soviética puede ser tan atroz prefiere convencer al presidente de que se haga una “ciudad subterránea” en la cual se lleve a los ciudadanos más aptos, inteligentes, guapos, fértiles para volver a poblar la tierra, esto lo dice mientras no para de hacer el saludo nazi (ya que su brazo actúa solo).

Si se quiere saber todo acerca de la guerra fría y lo que esto conlleva (carrera armamentista y espacial), es esencial que se vea esta película, no por la carga dramática o el plus que da la asombrosa actuación de Sellers, si no porque nos contextualiza de una forma satírica en la forma de pensamiento de esa época.


“Houston, tenemos un problema." En Abril de 1970, lo que tenía que ser el tercer vuelo tripulado de la NASA a la Luna estuvo a punto de convertirse en una tragedia cuando una avería en la nave hizo abortar la misión. La tarea de volver vivos a la Tierra parecía muy difícil para los astronautas Jim Lovell (Tom Hanks en el film), Fred Haise (Bill Paxton) y Jack Swigert (Kevin Bacon).

El director Ron Howard llevó al cine el libro biográfico Lost Moon, escrito por Jim Lovell, narrando esta difícil misión espacial. Completan el reparto Gary Sinise (Ken Mattingly), Ed Harris (Gene Kranz) y Kathleen Quinlan (Marilyn Lovell).

Emparentada por su temática con Elegidos para la GloriaApolo XIII fue nominada a nueve Oscares de Hollywood, aunque únicamente consiguió las estatuillas al mejor montaje y al mejor sonido. 

Los FX están muy bien logrados, de hecho decorados de esta película se han vuelto a reutilizar en muchas películas y series, como es el caso de la película española Stranged, rodado casi por completo en el decorado de la nave de Apollo XIII. Así como también ha sido recuperada en varios films la escena del lanzamiento del cohete que saca de la atmósfera a los módulos de aterrizaje

Los Estados Unidos sufrían un atraso en tecnología en comparación con los soviéticos, razón por la cual hubo muchas fallas en sus intentos por conquistar el espacio, en este sentido el objetivo de la película más que cualquier cosa es exaltar el patriotismo estadounidense, buscar el acierto en el error.

Se dejan de lado las fallas mecánicas que propician el retorno infructuoso de los astronautas, puesto que está basada en la opinión o visión del líder en el Apollo XIII, la cual busca elogiar la determinación y los esfuerzos de cientos de personas en la Tierra para devolver a los hombres sanos y salvos, en una frase de Gene Kranz: Nunca hemos perdido a un americano en el espacio y estamos seguros, como que el infierno existe, de que ninguno se perderá ante mis ojos. El fracaso no es una opción. 

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