miércoles, 8 de diciembre de 2010

Películas: Vamos a la luna


La película Vamos a la Luna, es una película animada transmitida en 2009 y trata sobre la historia del primer hombre estadounidense que pisó la luna, Neil Amstrong. Sin embargo, no es una versión convencional ya que lo más predominante aquí es el hecho de que unas moscas se infiltran dentro del Apolo XI para poder ir a la luna.

A diferencia de muchas películas que tratan la Carrera Espacial, ésta película nos muestra la parte de ilusión de ir a la luna. De hecho, la mayoría de las películas que hace Disney sobre este tema, tienen como propósito resaltar la ilusión infantil de ir a la luna. Es por eso que en esta película se deja a un lado todo el entrenamiento que los astronautas tienen antes de viajar en el espacio y solamente se centra en el despegue de la nave y su regreso. De hecho, se apega mucho a la historia original. Puede apreciarse que el viaje duró una semana, regresando el 24 de julio de 1969 y tenía como jefe de tripulación a Neil Amstrong que se verá en la película cómo camina sobre la luna. De hecho, la similitud entre el Amstrong de la caricatura y el real es muy grande.

Por otro lado, y a pesar de lo infantil que pueda parecer la película, trata la rivalidad existente entre la URSS y Estados Unidos. Las moscas que viajan a la luna son, evidentemente, norteamericanas, sin embargo, existen otras moscas que viven en la URSS y no pueden creer que las moscas estadounidenses hayan llegado a la luna primero que ellos, por lo que deciden destruir la nave para que no exista un regreso. Aquí se pueden observar dos situaciones: en primer lugar, la visión maniqueísta por parte de las producciones Hollywoodenses en donde Estados Unidos es el bueno, y la URSS es el malo que quiere arruinar los planes.

Por otro lado, no se observa una carrera como tal en donde las moscas “rusas” compiten e intentan ir a la luna también, sino tratan de la destrucción del Apolo XI para que no termine su objetivo. Sin embargo, está más que clara la rivalidad entre estos dos países. Esta rivalidad termina en un happy ending en donde los malos (moscas soviéticas) reciben su merecido, y las principales se vuelven buenas y viajan a Florida.

Una película en donde no podía faltar el patriotismo y orgullo estadounidense, se encuentra latente en diferentes escenas, por ejemplo, cuando las moscas tripulan la nave, y sus familiares están a punto de presenciar el despegue, llegan otras moscas a preguntarles si los tripulantes de la nave son sus familiares, puesto que ya se enteraron de lo sucedido. La población se siente orgullosa de que las moscas pequeñas hayan ido a la luna. De la misma manera, esto se observa al final de la película cuando las moscas van en forma de caravana y la población los va ovacionando por el logro de ir a la luna. Finalmente, un indicio más de patriotismo se encuentra la segunda vez que querían echarle aerosol a las moscas y uno de los astronautas le dice a Neil Amstrong que al fin y al cabo eran moscas norteamericanas.

Finalmente, y algo curioso de la película es el momento en que al término de ésta, sale uno de los verdaderos astronautas que viajó en el Apolo XI aclarando que en ningún momento existieron moscas dentro de la nave espacial, ya que esto sería anticientífico, y esto puede tener sentido, si se piensa en que la película se apega mucho a la historia real y para, de alguna manera, no manchar la imagen de la NASA, decidieron los directores hacer esta aclaración.







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